Hambre Cero: Líderes y directores de escuelas indígenas no deben firmar documentos si alimentos no fueron entregados 

Según denuncias presentadas por referentes de la Comunidad Xákmok Kásek, funcionarios de la empresa encargada de la provisión de alimentos en el marco del programa Hambre Cero pretenden que los responsables de la escuela y los líderes firmen un documento de recepción de alimentos que nunca fueron entregados.

“Llegan los encargados de la distribución de los productos del programa hambre cero y traen carpetas con documentación para que se firme que se recibieron todos los productos desde agosto, cosa que no fué así” señalan los denunciantes. Además indican que los funcionarios advierten que si no se firman todos los documentos el próximo año no van a recibir el programa.

La empresa encargada de la provisión de alimentos en Xákmok Kásek ya había sido denunciada por la mala calidad de los productos, lo que derivó en una multa a la misma.

Ante esta denuncia se sugiere a los líderes y directores de escuelas indígenas que no firmen documentos bajo coacción.

El equipo de trabajo de Tierraviva se encuentra monitoreando la situación y junto a los líderes de Xákmok Kásek se presentará denuncia ante el Ministerio de Desarrollo Social, el INDI y la Municipalidad de Irala Fernández.

La exclusión estructural que mata a mujeres indígenas en el parto.

Decenas de mujeres indígenas murieron durante y después del parto el año pasado, con un alto índice de casos con subregistro; este año nuevamente las comunidades han denunciado muertes por falta de asistencia rápida, en otros casos muertes maternas, que ocurrieron incluso en hospitales, según las informaciones brindadas por los líderes y otros miembros de las comunidades.

Por ello, en este 25 de noviembre en que se conmemora a nivel mundial el Día para poner fin a la Violencia contra las Mujeres, recordamos que el Estado paraguayo en su obligación de garantizar una vida libre de todo tipo de violencia, sigue en deuda con las mujeres; y, en especial con las mujeres indígenas, quienes se encuentran aún más expuestas a la discriminación estructural.

En este sentido urge la adopción de medidas de prevención de muertes maternas y acompañamiento a las familias y comunidades que han sufrido estas pérdidas, que en algunos casos son mujeres adolescentes.

Por otro lado, es fundamental garantizar la participación de las mujeres indígenas en la construcción de políticas públicas para el acceso a derechos, y hagan frente a la violencia en todas sus dimensiones.

Diálogo con mujeres indígenas del Chaco

Un espacio de reflexión e intercambio entre mujeres de las comunidades Makxawáya, Yanekyaha-Espinillo, La Patria y Payseyamexyempa’a es acompañado por el equipo de trabajo de Tierraviva.  La situación general de las mujeres indígenas, sus principales preocupaciones relacionadas con sus comunidades, sus familias y sus vidas, y la puesta en diálogo sobre lo que quieren hacer como colectivo de mujeres son los puntos abordados en los diálogos que reúnen a decenas de mujeres indígenas de las comunidades mencionadas.

 

Los encuentros iniciaron en mayo pasado y se extenderán hasta el mes de diciembre, completando dos encuentros en cada comunidad, lo que permite fortalecer la participación de las mujeres indígenas. Los diálogos son facilitados por mujeres referentes indígenas y técnicas del equipo de trabajo de Tierraviva.

Elizabeth Ramírez, del Pueblo Qom y facilitadora de los espacios de diálogo, señala que estos encuentros son muy importantes para que las mujeres indígenas puedan expresar las situaciones que atraviesan en su vida cotidiana en las comunidades, y también conocer sus derechos. “Con estos espacios podemos escuchar el clamor de las mujeres, por ejemplo, con la sequía son las que más sufren en torno a eso, así también en lo que tiene que ver con acceso a servicios de salud, a partir de estos espacios donde se sienten seguras y podemos hablar sobre sus derechos ellas reclaman por sus derechos” señala Elizabeth.

“Las mujeres indígenas sufren mucha discriminacion, muchas veces cuando salen de sus comunidades, o asisten a algún servicio público no se las trata adecuadamente y a partir de estos encuentros las propias mujeres pueden identificar estas formas de discriminación y reclamar sus derechos” agrega la referente indígena, mencionando que las propias mujeres de las comunidades visitadas han pedido que continuen estos espacios de encuentro y diálogo entre mujeres.

La Licenciada en Enfermería, Estela Marecos, referente indígena del Pueblo Enxet y facilitadora de los espacios de diálogo, coincide en señalar que la experiencia de los encuentros de mujeres indígenas ha sido sumamente enriquecedora ya que ha permitido escuchar e identificar las dificultades que atraviesan y desde un diálogo y con enfoque de derechos buscar salidas a estas situaciones. “Estos encuentros permiten que las mujeres puedan reclamar sus derechos a las instituciones, que las mujeres puedan organizarse y exigir esos derechos que muchas veces le son negados” indica Estela, desde su comunidad El Estribo.

Tierraviva viene acompañando las iniciativas de mujeres indígenas buscando fortalecer las organizaciones comunitarias, brindando capacitaciones desde un enfoque de derechos, así como iniciativas que contribuyan al desarrollo autónomo de las mujeres dentro de la comunidad. 

 

Carta abierta a la Comisión Conjunta de Investigación de Carácter Transitorio para la Investigación de Hechos Punibles de Lavado de Activos, Contra el Patrimonio del Estado, Contrabando y otros Delitos Conexos, a los miembros de la prensa y a la ciudadanía en general:

Tierraviva a los Pueblos Indígenas del Chaco es una organización sin fines de lucro, con más de 30 años en el acompañamiento a las comunidades indígenas del Chaco en su lucha por la restitución de su territorio, el hábitat tradicional y el respeto a sus Derechos Humanos.

Entre los aportes de nuestra institución podemos mencionar la contribución a la recuperación de más de 160 mil hectáreas de tierras indígenas devueltas a comunidades; el apoyo y resolución de reivindicación de otros derechos, como los derechos laborales, el acceso al agua, a la salud, el derecho a la identidad, contribuyendo a la obtención de documentos de identidad 20 mil indígenas; además de colaborar con el fortalecimiento comunitario mediante la educación en derechos de jóvenes y mujeres indígenas. La contribución de Tierraviva en el acompañamiento de casos ante órganos internacionales, incluso sentó jurisprudencia favorable, que todos los Estados de la región están obligados a contemplar, en materia de derechos de los Pueblos Indígenas. Estamos orgullosos de nuestros logros y, sobre todo, del vínculo de confianza con el que tantas comunidades indígenas en el país nos honran.

Compartido esto, queremos manifestar nuestra indignación porque nuestra organización ha sido, una vez más, blanco de ataques infundados desde un espacio de poder estatal, en este caso en la Comisión Conjunta de Investigación de Carácter Transitorio para la Investigación de Hechos Punibles de Lavado de Activos, contra el Patrimonio del Estado, Contrabando y otros Delitos Conexos.

Las personas ponentes ante la citada comisión no han relatado, en el marco de un ataque genérico realizado, cuál es el hecho que específicamente se nos atribuye, la conducta penal o judicialmente relevante que supuestamente realiza la institución; con la individualización de los posibles autores o de las circunstancias fácticas en que se dieron estos supuestos hechos, sino que se limitaron a reproducir prejuicios perniciosos y estigmatizantes buscando instalar una narrativa discriminativa y falaz contra una labor que ayuda a construir una sociedad más justa y equitativa para todos y todas.

Tales declaraciones no hacen sino abundar en una serie de hechos precedentes de persecución a las organizaciones de la sociedad civil y de defensores/as de derechos humanos, como el caso específico del Abogado Oscar Ayala Amarilla, trabajador y miembro de nuestra institución. Estos ataques conjugan la injerencia nociva de intereses sectoriales y de personas que propagan mentiras y conspiraciones antojadizas, demostrando la persistencia y grave concurrencia de posturas autoritarias que deslegitiman la lucha de los Derechos Humanos, presentando a personas con una trayectoria destacada y valiosa, como villanos y déspotas.

Las descalificaciones y mentiras con las que atacan a personas defensoras de DD.HH en realidad reflejan las cualidades de otros espacios políticos, como las del Partido Gobernante, que proyecta sus prácticas violentas, de digitar, manipular y trastocar reivindicaciones sectores sociales en función de intereses personales, de clase y de corporaciones que acaparan el poder político, las riquezas y que se confunden también con grupos delictivos institucionalizados.

Este actuar tiene un objetivo claro, deslegitimar y disciplinar a organizaciones, instituciones y personas de bien. Es además la muestra de un desprecio racista, ignorante y mal intencionado sobre la naturaleza y las acciones de un movimiento de lucha que se construye con la voluntad y resistencia de líderes, lideresas, personas resilientes, niños y niñas indígenas que reivindican activamente sus derechos, contra todas las adversidades, para tener una vida más digna, y de los profesionales, técnicos e instituciones que los acompañan. Las falsas y autoritarias acusaciones segregacionistas son un indicador, no sólo de la discriminación estructural que sufren los Pueblos Indígenas, sino también de las formas actuales en que es reproducida tal discriminación, para asegurar privilegios infundados de poder simbólico, económico y territorial de los sectores históricamente favorecidos por un status quo social insostenible y una representación política degradada que socaba cada vez más las instituciones democráticas de nuestro país.

En el marco de dicha democracia, contrariamente a lo expresado por los ponentes, la deuda que sí tiene el Estado paraguayo para con toda la sociedad es la de esclarecer los hechos de apropiación indebida de los bienes públicos, la narcopolítica, sus autores, sus personeros favorecidos, los contrabandos que ya cuentan con procesos judiciales en países extranjeros; embargos y requisas de bienes pertenecientes a quienes fungían de actores políticos, que hoy siguen pretendiendo direccionar las decisiones públicas dictando libretos imaginarios para generar desinformación y confusión a la opinión pública, con el fin de debilitar a la sociedad civil organizada y alejarla de la atención de las causas y los problemas principales que la aquejan.

Es así que en verdad resulta lamentable que autoridades que debieran estar legislando para lograr el progreso del país, sean propiciadores de atacar a organizaciones y personas de la sociedad civil comprometidas con los derechos humanos, violando preceptos constitucionales como la presunción de inocencia, la salvaguarda del honor y la reputación de las personas. Es aún más paradójico y preocupante, que tal debate y persecución sea hecha apenas terminada una visita de Supervisión de Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de casos indígenas que Tierraviva acompaña, en la cual, todas las instituciones del Estado y este en su conjunto, se comprometieron a rectificar sus acciones, respetar los compromisos asumidos y garantizar la no repetición de actos de violación de derechos humanos que siguen aquejando a estos pueblos.

Desde ya, en el marco de dichos actos nos reservamos el derecho de ejercer las acciones civiles para la reparación del daño moral cometido contra nuestra organización y personas integrantes de ella, y de incoar las acciones penales pertinentes en todos los ámbitos judiciales nacionales e internacionales, en los cuales tenemos sobrada experiencia de litigar. Y lo haremos contra los autores según las acciones que fueren procedentes y que hacen a nuestros derechos particulares y colectivos como cualquier otro ciudadano o ciudadana titular de derechos, que trabaja lícitamente en un país donde existe un derecho al trabajo libremente escogido.

En suma, no rehuimos al debate objetivo y a la transparencia, sin embargo, nos negamos a someternos a las intenciones espurias, calumniosas y mal intencionadas, que pretenden deslegitimarnos como instituciones y personas, presentándonos como sospechosos y perpetradores de delitos que no existen y/o no tienen ninguna relación con nuestras actividades y vida institucional, por el sólo hecho que algunos necesitan vivir desviando la atención de los hechos de corrupción sobre los cuales hoy la ciudadanía reclama explicación y reparación para el restablecimiento de la paz social en el Paraguay.

Por ello, va una vez más nuestra alerta a la ciudadanía crítica frente a estos despropósitos; ¡porque la construcción de un verdadero Estado democrático de derecho nos necesita a todas y a todos bien despiertos!

 

 

Seguimos exigiendo al Estado el cumplimiento pleno de las sentencias y sus puntos resolutivos

Las jornadas vividas durante la visita de verificación de las sentencias por la Corte IDH han sido sumamente importantes, las Comunidades Indígenas visitadas por la Comitiva han dado muestras de empoderamiento y autodeterminación, exigiendo al Estado el cumplimiento pleno de las sentencias y sus puntos resolutivos.

El Juez Rodrigo Mudrovitsch y su comitiva han podido escuchar a los líderes, lideresas y referentes comunitarios y verificar en terreno la situación en que se encuentran las comunidades, de manera a recabar la mayor información posible sobre el estado de avance de los puntos resolutivos. Esto, con posterioridad, como lo indicó el Juez Mudrovich, será informado al pleno de la Corte IDH, a fin de que la misma dicte la correspondiente resolución de supervisión.

En tal sentido, se han constatado que la situación de Yakye Axa y Xákmok Kásek, ha mejorado sustancialmente desde que la Corte IDH pronunció las sentencias y llevó a cabo visitas previas de verificación. Tales avances, son producto de la lucha de las comunidades y su firme posición reivindicativa ante el Estado y sus distintos agentes. Sin embargo, aún faltan acciones profundas y decididas para cumplir a cabalidad puntos importantes y acciones específicas de reparación de los derechos afectados a fin de garantizar su plena reparación y respeto.

Principalmente puntos resolutivos referentes a la restitución territorial plena, como la titulación de las tierras de Yakye Axa, y las gestiones de restitución de las aproximadamente 3.000 hectáreas faltantes del reclamo territorial de Xakmok Kásek, así como el acceso adecuado y permanente a bienes y servicios básicos como educación, salud, agua potable y alimentos.

Celebramos la voluntad de la Corte IDH para realizar las visitas de verificación de cumplimiento, constatamos su disposición atenta para recabar la mayor información posible durante el desarrollo de las mismas, y destacamos su sensibilidad para la escucha de los testimonios y reclamos de las víctimas. Un efecto visible es que, a través de las visitas, se ha forzado y posibilitado una interlocución más directa y atenta por parte de las instituciones del Estado y sus agentes. En tal sentido, reconocemos la aquiescencia del Estado para permitir las visitas y facilitar estas verificaciones.

Finalmente, es importante señalar que, en lo relativo a las obligaciones del Estado establecidas en las sentencias respecto a la adopción de medidas administrativas y legislativas de carácter interno para garantizar la no repetición de las violaciones cometidas, y específicamente, para garantizar un sistema eficaz de reclamación de tierras ancestrales o tradicionales, no se ha avanzado en ningún sentido, y de hecho, desde el Estado sólo se han planteado iniciativas recurrentes y de carácter regresivo, como la desatinada y vejatoria propuesta parlamentaria que proponía constituir a las comunidades en cooperativas.

En tal sentido, el cumplimiento integral de las sentencias en su conjunto, requiere de muestras claras de voluntad política y acciones adecuadas y afirmativas para que las reivindicaciones y reclamos de estas comunidades, contemplados en las sentencias, puedan declararse satisfechos de forma y fondo.

Corte IDH visita Paraguay para supervisar cumplimiento de sentencias relacionadas a comunidades indígenas

 

  •  A pesar del tiempo transcurrido desde las sentencias, el Estado paraguayo aún no ha cumplido plenamente con la restitución de tierras y la provisión de servicios esenciales.
  •  La visita de la Corte IDH ha presionado al Estado a acelerar el cumplimiento y alinearse con los mandatos constitucionales y estándares internacionales de protección a los pueblos indígenas.

Entre el 16 y el 20 de septiembre, una delegación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) visitará el país para verificar el estado de cumplimiento de las sentencias relacionadas a los casos de las comunidades indígenas Yakye Axa, Xákmok Kásek y Sawhoyamaxa. Entre las medidas a supervisar se incluyen la restitución del territorio tradicional, la construcción de un camino de acceso para la Comunidad Yakye Axa, la titulación formal de las tierras, así como la provisión de bienes y servicios esenciales para la subsistencia de las comunidades.

Yakye Axa (Resumen del Caso)

La Comunidad Indígena del Pueblo Enxet, Yakye Axa, está compuesta por aproximadamente 300 personas, que fueron despojadas de sus tierras ancestrales que fueron vendidas sin su consentimiento por parte del Estado paraguayo. En 1993, la comunidad inició los trámites para reivindicar las tierras que consideran como su hábitat tradicional. Tras agotar las instancias internas, el caso llegó a la Corte IDH, quien emitió su sentencia el 17 de junio de 2005. En el fallo, la Corte condenó al Estado paraguayo por la violación de los derechos a la propiedad colectiva de sus tierras; a la vida; a las garantías judiciales y a la protección judicial.

Entre las importantes medidas que representan una reparación a las violaciones de derechos de la comunidad y sus miembros, la Corte IDH ordenó al Estado paraguayo entregar de manera gratuita sus tierras ancestrales en un plazo máximo de tres años, plazo vencido en julio de 2008. No fue sino hasta el 2012 que se adquirieron 12.312 hectáreas para la comunidad, dentro del territorio Enxet, aunque diferentes a las originalmente reivindicadas, y bajo el condicionamiento de la construcción de un camino público y de acceso permanente. Apenas hoy, casi 20 años después, el camino se encuentra cercano a completarse, además, el Estado aún incumple con otros puntos de la sentencia vinculados al acceso a derechos fundamentales como a la salud, la educación, el acceso a agua potable y alimentos.

La búsqueda de justicia por parte de la comunidad Yakye Axa lleva ya 30 años. Se ha recurrido a instancias nacionales e internacionales, contando con la representación convencional de la organización civil Tierraviva, del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el apoyo de Amnistía Internacional.

Xákmok Kásek (Resumen del Caso)

La Comunidad Xákmok Kásek está compuesta principalmente por indígenas del Pueblo Sanapaná, se encuentra ubicada en el Distrito de Irala Fernandez, Departamento de Presidente Hayes. En 1990 la comunidad inició sus trámites de reivindicación territorial de la zona denominada Retiro Primero (Mompey Sensap) y Retiro Kuñatai (Makha Mompena), abarcando un total de 10.700 hectáreas. Tras haber agotado todos los recursos internos y años de tramitación, con una expropiación denegada, la Comunidad acudió al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).

En el 2010, la Corte IDH declaró al Paraguay responsable de la violación de los derechos a la comunidad, estableciendo un plazo de 3 años, prorrogable a uno más, para la restitución de las 10.700 hectáreas reclamadas. Sin embargo, no fue hasta 2016 que se devolvieron las tierras a la comunidad con una extensión de 7.701 hectáreas, quedando pendientes 2.999 hectáreas para cumplir con el mandato internacional. Además, siguen pendientes otras medidas reparatorias que deben beneficiar a la comunidad.

Los líderes de ambas comunidades, sus representantes legales y las organizaciones que han acompañado ambos casos señalan que la falta de avance por parte del Estado paraguayo, a lo largo de tantos años, demuestra una falta de interés y una discriminación estructural hacia los Pueblos Indígenas, unica explicación para que ambas sentencias continúen pendientes de un cumplimiento total. Estas actuaciones han prolongado el sufrimiento y la violación de Derechos Humanos hacia la población de estas comunidades, en particular, y hacia la población indígena en general.

A pesar de ello, la visita de la Corte IDH ha servido para presionar a que las autoridades aceleren las medidas dirigidas al cumplimiento de las sentencias y a la reparación de los derechos de las comunidades afectadas.Se espera que el Estado , además de dar cumplimiento total a las sentencias, adopte una postura acorde a los mandatos Constitucionales y a los estándares internacionales en materia de protección de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas.

Para mayor información:
Tierraviva:
Abogada Adriana Agüero +595 986 220894

CEJIL
Nadia Ferrari – nferrari@cejil.org

Tierraviva presentará resultados sobre acceso a documentación oficial para Comunidades Indígenas

 

  •  Se gestionaron más de 46 mil documentos oficiales para personas indígenas.
  •  El acceso a la documentación oficial es un derecho fundamental para las comunidades indígenas.

Este miércoles 11 de setiembre desde las 10 horas en la Biblioteca del Congreso Nacional se presentarán los resultados de los trabajos realizados en el marco del proyecto “Derecho a la Identidad mediante el acceso a documentación oficial de personas indígenas en Paraguay”, implementado por Tierraviva y financiado por la Unión Europea y Diakonia.

El evento contará con la participación de líderes, lideresas, referentes comunitarios y de organizaciones indígenas que fueron parte en todo el proceso de documentación en comunidades de todo el país. También estarán presentes autoridades de las instituciones públicas que contribuyeron en la implementación de la campaña, como la Dirección General del Registro Civil de las Personas y el INDI, así como representantes de la Unión Europea.

El proceso de trabajo, iniciado en el 2021, tuvo como objetivo principal aportar al proceso de institucionalización de la democracia y la construcción de un Estado Social de Derecho en el Paraguay, a través de la protección y promoción de los derechos de los pueblos indígenas, y en particular, por medio del acceso a documentación oficial. El acceso a la documentación es el primer paso para garantizar otros derechos básicos para las personas indígenas.

En resumen, se documentaron personas en 249 comunidades y 100 aldeas, con un total de 270 visitas de documentación realizadas en 62 viajes.

Se logró la expedición y gestión de 46,346 documentos. Del total de documentos emitidos, el 67% correspondió a carnets indígenas, el 13% a certificados de nacimiento, el 10% a cédulas de identidad por primera vez, y el 10% a renovaciones de cédulas de identidad.

Día de los Pueblos Indígenas: La disputa por el territorio chaqueño pone en riesgo a sus habitantes tradicionales

El 9 de agosto la Organización de Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, fue justamente en esta fecha, pero en el año 1982 cuando se inició la primera reunión del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas. Este año el organismo multilateral ha decidido dedicar la jornada a llamar la atención sobre la importancia de proteger los derechos de los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial.

Justamente, en estos momentos se desarrolla en Paraguay una importante encrucijada que afecta a uno de los últimos Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario, los Ayoreos Totobiegosode, cuyo territorio se encuentra amenazado por los planes de deforestación que lleva adelante la empresa agroganadera Faro Moro, que pretende deforestar unas 20 mil hectáreas de bosques, lugar donde se encuentran familias Ayoreo y el hábitat tradicional de este Pueblo. La estancia Faro Moro, ubicada en el Departamento de Boquerón, y sus arrendatarios, han obtenido licencias de forma totalmente irregular para permitir la deforestación y la extensión de proyectos agropecuarios, en territorios donde se encuentran los indígenas en aislamiento, poniéndolas en un grave riesgo, demostrando una absoluta falta de compromiso e interés por parte del Estado paraguayo en la protección de los Pueblos Indígenas.

Este caso, el más emblemático en la actualidad, amenaza con acabar la existencia del último grupo de indígenas en aislamiento voluntario existente en Sudamérica, fuera de la región amazónica.

Al mismo tiempo, muestra la disputa que se desarrolla hace tiempo en el territorio chaqueño, espacio que ha sido elegido por el gran capital para extender las fronteras del modelo extractivista vigente en Paraguay. Mediante la inversión de millones de dólares por parte del Estado, se ha generado la infraestructura principal para que estos capitales puedan establecerse con diferentes mega proyectos, y sus antiguos cantos de sirena respecto a “crear empleo y desarrollo”, en el territorio chaqueño.

En el mismo territorio se muestra la otra cara de la moneda, la falta total de inversión por parte de los sucesivos gobiernos para garantizar condiciones mínimas de vida digna a las comunidades indígenas, falta de caminos, infraestructura escolar y sanitaria, y lo más grave, últimamente, falta de infraestructura y asistencia que permita a las comunidades acceder a agua potable y alimentos debido a la extensa sequía que se profundiza a causa de la crisis climática vigente, crisis ante la cual el Estado tampoco ha dado respuestas suficientes ni oportunas.

La aparición de mega proyectos, que incluyen monocultivos extensivos de productos agrícolas y forestales, con el consecuente uso de agrotóxicos y deforestación; proyectos de extracción de minerales como el litio, o la explotación de canteras; sumados a las condiciones de exclusión y marginación a la que son sometidas las Comunidades Indígenas crean una situación explosiva, poniendo en jaque lo que la Constitución Nacional define como “el derecho de los pueblos indígenas a preservar y a desarrollar su identidad étnica en el respectivo hábitat”.

El avance del capital amenaza con afectar gravemente al medio ambiente y la naturaleza, al mismo tiempo que empuja a las personas indígenas a someterse a sistemas de explotación -muchas veces cuasi esclavistas-, convirtiéndolos en mano de obra barata para los “emprendimientos” que se realizan en la zona, profundizando una antigua grieta que se iniciara ya con el establecimiento de las Colonias Menonitas; y que colisiona gravemente con la identidad indígena.

A pesar de estas amenazas y la casi inexistente asistencia y presencia eficaz del Estado, las voces indígenas siguen levantándose con fuerza y organizadamente, impulsadas por la identidad y conexión que tienen con el territorio chaqueño. La templanza y la firmeza, características propias de la población indígena del Chaco, se multiplican en cada comunidad, en cada Pueblo y en cada organización indígena, quienes sostienen que defenderán su derecho a existir y ocupar su territorio. Es deber de una sociedad que se declara democrática y que valora sus raíces, no dejarlos solos en esta disputa, contribuyendo a frenar un modelo de despojo que se extiende por todo el país y a construir otro, que sea respetuoso de las poblaciones y de la naturaleza, de la diversidad y la biodiversidad, que hoy están en riesgo.

Derechos indígenas violentados

Las autoridades no tienen en cuenta derechos de los indígenas dice Martín Rojas, presidente de la Coordinadora de Líderes y Lideresas del Bajo Chaco CLIBCH, refiriéndose al documento que emitieron en respuesta al senador cartista Basilio Núñez, presidente del Congreso Nacional.

La CLIBCH rechaza la pretensión parlamentaria de castigar a las organizaciones que ayudan a sus comunidades con la ley que controla a las oenegés, que cuenta con media sanción por parte del Senado.

En Presidente Hayes, muchas de las comunidades indígenas viven en situación de pobreza extrema, sin educación, sin salud ni agua potable y estas penosas realidades son desconocidas por las autoridades, asevera Rojas.

La mentira como arma de los poderosos

Durante la Sesión Extraordinaria de la Cámara de Senadores en la que obtuvo media sanción el Proyecto de Ley de Control a Organizaciones Sin Fines de Lucro, el titular de la Cámara, Senador Basilio Núñez, acusó a nuestra organización Tierraviva de “robar en nombre de los indígenas”.

Ante esto, cabe recordar que si de transparencia se trata nuestra institución está bajo permanente supervisión de los organismos del Estado, citando solo algunos: -la Dirección Nacional de Ingreso Tributarios a la que se presenta en forma mensual: ingresos-egresos, IVA, IRE General y en forma anual: los Estados Financieros (EEFF); además, estamos inscriptos en la Abogacía del Tesoro, regulados por la Seprelad; con informes trimestrales y anuales según las resoluciones vigentes. También contamos con informes de auditorías externas por cada proyecto ejecutado, basados en la NIA 800. Asimismo, se llevan a cabo periódica y regularmente informes de actividades – correlativos a los informes financieros – a las agencias
que nos apoyan y a los propios indígenas a través de sus organizaciones, respondiendo así a estándares de escrutinio, control y respuesta efectiva a las problemáticas que trabajamos y los derechos que promovemos, con solvencia, responsabilidad, solidaridad y compromiso.

Es por ello que contamos con el respaldo de agencias de cooperación reconocidas de diversas partes del mundo, y por, sobre todo, la confianza y mandato de las organizaciones y comunidades indígenas con quienes trabajamos y junto a quienes hemos logrado recuperar más de 160 mil hectáreas de territorios ancestrales y el reconocimiento de otros derechos.

No obstante, la reiteración calumniosa y falaz por voceros del sector oficialista y otros parlamentarios afines de este discurso, deja en claro que la intención de la legislación propuesta no es la transparencia, el buen uso de fondos, ni mucho menos la defensa de los intereses de los sectores vulnerables y discriminados estructuralmente, sino el ataque y la criminalización a quienes ejercemos la defensa y exigencia de respeto a los Derechos Humanos, a través de instrumentos legítimos y legales contemplados en nuestro marco jurídico.

Este tipo de prácticas, propias de proyectos autoritarios, lejos de amilanarnos refuerza nuestro compromiso de más de 30 años en defensa de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas. El contexto y los intereses económicos en el Chaco, que agravan la explotación del medio ambiente y que soslayan y usurpan derechos de la población indígena, convierte a
organizaciones como la nuestra en un actor molesto a los sectores de poder y privilegio. No es el tema indígena, y la falta de cumplimiento de sus derechos lo que les preocupa, lo que les ocupa es seguir expoliando y privatizando bienes públicos, como las tierras del Municipio de Villa Hayes o los fondos de la Gobernación – como sabe muy bien el Senador Nuñez y su familia – y desprestigiar a organizaciones como Tierraviva y otras similares, que – defendiendo el bien común – cuestionan y obstaculizan su perverso proyecto de monopolio del poder, enriquecimiento ilícito y despojo de las mínimas condiciones necesarias para alcanzar una sociedad más justa y democrática.

El intento de desalentar y criminalizar las acciones de la sociedad civil por parte de los sectores de poder ha quedado en evidencia, una vez más, con este proyecto de ley y con su campaña de mentiras y discursos de odio. Ante esto llamamos a la comunidad nacional e internacional a mantenerse alerta ante el avance del proyecto dictatorial en ciernes en nuestro país, y hacer uso de todos los medios legales y de movilización ciudadana para defender nuestra democracia y derechos conquistados y aún por conquistar.