20 / Jun / 2014

Tierraviva 20 años

Al conmemorarse el vigésimo aniversario de creación de nuestra asociación, que adoptó el nombre de Tierraviva a los Pueblos Indígenas del Chaco desde sus inicios, sin aspavientos ni pompas ajenas a la cultura de austeridad y compromiso que hemos imprimido a nuestra lucha junto a las comunidades y organizaciones indígenas a lo largo de todos estos años, hoy expresamos con honda satisfacción la alegría de  haber honrado el anhelo de nuestros fundadores y ratificamos el compromiso de seguir siempre adelante.

Tierraviva es una Institución, que a través de sus abogados y abogadas actúa en casos y litigios representando derechos e intereses de terceros, y que lo hace también actuando por sí misma, con voz propia, asumiendo su rol ciudadano como actor social en el ámbito de su experticia, así como el espectro más amplio de los Derechos Humanos, contribuyendo de este modo a nutrir de principios, valores y derechos la construcción progresiva de un verdadero Estado pluricultural y multiétnico, tanto en su dimensión política como social.

En este sentido, desde nuestros inicios hemos adquirido la convicción inequívoca que la única forma, con sentido verdaderamente histórico,  capaz de aportar al desarrollo de una expresión política y social de los Pueblos Indígenas en el Paraguay, es asumiendo con decisión clara y responsable la protección de las diversas identidades étnicas y la reparación histórica a las comunidades que son tributarias y acreedoras de las mismas con el propósito de lograr un Paraguay mejor.

Este ideal no debe entenderse, sino en la perspectiva de un trabajo que, al tiempo de abordar la dramática realidad de las víctimas del desamparo inveterado, pretende la obtención de una justicia que no se agote en medidas de reparación para las mismas, sino trascienda hasta alcanzar garantías de no repetición que solo pueden darse transformando las prácticas estatales actualmente vigentes en sus órganos y agentes.

Tierraviva es una institución apartidaria, pero no apolítica; que nadie se confunda, el hecho que estemos concentrados en la cuestión indígena, no nos hace ajenos a todo lo que ocurre en nuestro país, es por ello, que desarrollamos también una labor articulada junto a otras organizaciones en el seno de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay, sobre los más diversos ámbitos de interés político y social, en la perspectiva de fijar los andamios de una edificación institucional incluyente, que ampare la justicia social para los Pueblos Indígenas, así como para todos los demás sectores de la sociedad, a partir de los cambios que se tornan cada vez más necesarios en la estructura económica y social del país, que hoy día compromete severamente la realización plena de los derechos económicos, sociales y culturales de los sectores más desfavorecidos en la sociedad toda.

La tarea no ha sido ni será fácil en el futuro, sin embargo, en un país como el nuestro, donde la tierra ha sido privatizada hace mucho tiempo para ser negada a quienes nacieron en ella, mucho antes que se conformara la República, exhibir como logro en este aniversario la restitución de 138.491 hectáreas a sus originarios dueños, es un verdadero timbre de honor para nosotros; haber logrado también, a partir de la litigación estratégica de casos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el desarrollo de un contenido con mayor alcance del derecho a la propiedad comunitaria de los Pueblos Indígenas sobre sus tierras y territorios ancestrales y, consecuentemente, la fijación de los estándares vigentes hoy día en la materia, que son todo un paradigma jurídico a nivel internacional, no puede sino dejarnos satisfechos de la tarea emprendida hasta aquí.

El Paraguay decente que todos queremos, depende de la construcción democrática que nuestra sociedad se proponga hacer, por lo cual la educación en derechos humanos, anclada en una visión intercultural que sea comprensiva de la diversidad de miradas que ofrece la presencia de los Pueblos Indígenas, requiere de todos nosotros el respeto al espacio propio de quienes nos precedieron en estas tierras con sus culturas y tradiciones.

En este sentido, recordamos las palabras del ex Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,  A. A. Cançado Trindade, quien decía con acierto y angustia que “Los pueblos indígenas siguen luchando desesperadamente por preservar no sólo su cultura, sino su propia historia. Y hay en ésto una gran sabiduría, que ya no tienen los irritantes “modernos” y aún menos los aún más irritantes “pósmodernos”. En sus fragmentos, poco conocidos, sobre el griego Eróstrato y la Búsqueda de la Inmortalidad y la Impermanencia (circa 1927), el gran escritor universal Fernando Pessoa ponderaba con acierto que el hombre que no conoce su medio y su pasado es un “bárbaro”, o sea, un hombre “totalmente moderno”, sin noción de la civilización que lo precedió y lo produjo, y que se limita a encontrar placer en las “novedades”; pero la verdadera y duradera innovación, agregaba, “es aquella que ha tomado todos los hilos de la tradición y los ha tejido nuevamente, de acuerdo con un patrón que la tradición no podría haber seguido”.

Sigamos pues innovando,  que el Paraguay lo necesita; desde Tierraviva, a cuatro lustros de nuestra fundación, nos afirmamos en este compromiso, desde la esperanza y el trabajo por un futuro mejor, nuestros mejores esfuerzos seguirán al servicio de la justicia.

Finalmente, un merecido homenaje, a una de esas personas, que desde la belleza de su obra, acaso sin saberlo, acompaño también la larga marcha que hemos emprendido, evocando a modo de epilogo de estas líneas, su breve pero significativo “Mensaje para todos”, escrito en el siguiente poema:

Amor y libertad

Paz y belleza

Pan y justicia

Amistad y solidaridad

Brújulas de la vida

Estrella del mundo

Realidad de los sueños

(Emilio Pérez Cháves, 2004)

Muchas gracias a las Comunidades Indígenas; a los miembros de la asamblea, el directorio y el equipo de trabajo de la Institución; a las agencias de cooperación, a todos y a todas quienes han apoyado, alentado e inspirado este trabajo;  Salud, Tierraviva!

 

Asunción, junio 21 de 2014

Por el Directorio,

Dr. Rodrigo Villagra Carron

 

Por el Equipo de Trabajo,

Julia Cabello Alonso

Oscar Ayala Amarilla

Santiago Bobadilla Brizuela

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