La vida de las familias que conforman la Comunidad Indígena Kelyenmagategma (“casas que brillan”), tuvieron un giro inesperado con la llegada de los no indígenas a la zona que desde tiempos ancestrales ocuparon. La política de colonización, las enfermedades introducidas, la violencia perpetrada con los y las indígenas hizo que la población disminuyera drásticamente.
Con la llegada de Quebrachales Paraguayos y posteriormente Quebrachales Puerto Colón, llegó el cercado de propiedades y las consecuentes restricciones de circulación. Posteriormente, en 1997 la estancia Puerto Colón quedó prácticamente abandonada. Hasta que, en el 2002, la empresa El Algarrobal S.A. adquiere 31.000 hectáreas, de las cuales 15.000 eran reivindicadas por la comunidad desde hacía años. La empresa adquiere las tierras con toda la comunidad dentro.
Desde entonces, comienzan los atropellos más recientes. Desalojos forzosos encabezados por fiscales sin orden judicial en el 2003, gravísimos atropellos y desalojos en el 2004, atropellos, torturas en el 2005 junto a denuncias contra sus líderes y abogado y abogada, detenciones arbitrarias desde el 2007, fue la realidad de la comunidad indígena.
La Comunidad Kelyenmagategma, en el 2004, recurre a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)4, para solicitar medidas cautelares que son otorgadas y se presenta una petición formal ante este órgano. El caso avanza a nivel internacional y la CIDH emite un informe de admisibilidad.
Finalmente, en el 2010 se adquieren 8.748 hectáreas para la comunidad y en el 2011 se firma un acuerdo de solución amistosa con el Estado ante la Comisión Interamericana. El acuerdo permanece abierto puesto que aún no se ha dado cumplimiento a todos los puntos.
Acceda al informe de admisibilidad emitido por la CIDH en:
http://www.cidh.oas.org/annualrep/2007sp/paraguay.987.04.sp.htm