El pasado 03 de febrero el Pueblo Maskoy recordó los primeros 35 años de ocupación Riacho Mosquito procedente de Puerto Casado (Alto Paraguay).
Cirilo Alvarenga, uno de los indígenas de la comunidad, durante el programa Devuelvan Nuestra Tierra que se emite todos los viernes por Radio Pa’i Puku, explicó que a pesar de muchos factores en contra ellos como Pueblo Maskoy tratan por todos los medios de preservar su identidad, su organización y su cultura.
Una constante es la falsa promesa de los políticos quienes en tiempo electoral aseguran acompañar a los indígenas en todas sus necesidades, pero nunca cumplen, dice Cirilo. En tanto la lideresa de Riacho Mosquito Marcia Ramírez, manifiesta la importancia de mantener viva su cultura para el bien de la comunidad.
El gobierno paraguayo con su Ministerio de la Mujer carece de una política pública dirigida a la mujer indígena, se desconoce el accionar de las autoridades, asegura Angela Sales de la Organización Kuña Gaurani Aty, una de las organizadoras del Seminario Internacional de mujeres indígenas e intercambio de experiencias sobre las políticas publicas y los ODS (Pobreza y Hambre), que se desarrollará los días 25 y 26 de enero en la Casa de Retiro EMAUS de Luque.
Según dicha lideresa durante su participación en el programa Saber es tu Derecho por Radio Cáritas UC, es la primera vez que mujeres representantes de los 19 Pueblos Indígenas participaran de un evento como estos en donde se dialogará y se buscará construir políticas públicas.
Vivimos en situaciones sumamente preocupantes y queremos conversar con las autoridades para ver cómo encaminar políticas públicas dirigidas hacia las mujeres indígenas, puntualizó
Se tendrán igualmente la participación de representantes de Argentina, Ecuador y Bolivia
Usted se animaría a vivir en una comunidad que no tenga acceso a un camino de todo tiempo, agua potable, sin servicios de salud y educación, viviendas dignas, etc.
Pues esa es la realidad de los indígenas de la comunidad Santa Rosa ubicada alrededor de 160 kilómetros hacia el noroeste de Mariscal Estigarribia (Boquerón) y de Asunción queda como 680 Km.
Son del Pueblo Manjui (en riesgo de desaparecer), indígenas que viven en situación de extrema pobreza.
Juan Paredes, líder de la comunidad manifiesta que ante el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat gestionaron para la construcción de viviendas, pero las autoridades alegan que no pueden iniciar las obras por causa de la falta de caminos. Y en cuanto a salud, disponen de un local, pero sin medicamentos.
📌 En la Reserva Ypetï, declarada “Área Silvestre Protegida bajo dominio privado”, por Decreto del Poder Ejecutivo Nº 21.346 del 10 de junio de 2003, en el marco de la Ley 352/94 de Áreas Silvestres Protegidas, vive un grupo de indígena del Pueblo Mbya Guarani.
📌 Ypetï constituye alrededor de 13 mil 600 hectáreas, es una zona natural indígena pues en ella en tiempos inmemoriales ya habitaban sus abuelos según aseguran quiénes hoy día viven en la comunidad Ka’atymi.
📌En dicha Reserva actualmente a los indígenas se les arrinconó en una extensión de tan solo mil hectáreas y que según cuentan en proceso de titulación para la comunidad.
📌Para llegar a Ka’atymi primero se debe pasar una barrera controlada por el sector privado (Empresa PAYCO Ganadera Golondrina). Son como 6 kilómetros de caminos que al principio se transita en medio del bosque, por cierto, un tramo corto, entre 300 a 500 metros, y luego uno ya ve cómo la zona está explotada para la ganadería y la agricultura extensiva. Se ven animales de gran porte y kilómetros de plantaciones de soja.
📌La comunidad Ka’atymi está ubicada frente mismo a los sojales, sin ninguna barrera viva de seguridad. Los indígenas soportan todo tipo de contaminación y reiteraban que, dónde ahora se cultiva grano a gran escala, antiguamente era el lugar tradicional de ellos.
📌Hoy día en el lugar los indígenas viven en situaciones infrahumanas, sin acceso a servicios básicos como agua potable, luz eléctrica, salud, vivienda, entre otras necesidades. Y enfrente a sus narices nomas ven toda una infraestructura generadora de riquezas.
📌 Así cuenta Marcelino Benítez, líder de la comunidad ka’atymi, ubicada en el distrito de Avai – Caazapa, expresando mucha molestia por las falsas promesas de las autoridades. “Aâ sojaty ore tapÿi kue”, estas plantaciones de soja antiguamente eran nuestras viviendas, nosotros vivíamos por estos lugares, afirma.
El agua potable es esencial para tener una vida digna, sin embargo, centenares de familias indígenas no acceden al vital liquido por ende es imposible se mejore su calidad de vida.
Tal es el caso de la comunidad Yvyty Mirï del Pueblo mbya guarani en el distrito de Colonia Independencia del departamento del Guaira donde igualmente están otras dos comunidades que no acceden a una sola gota de agua potable.
Así asegura Filemón Escobar, líder indígena reclamando a las autoridades que escuchen sus reclamos y den soluciones a sus graves problemas sociales como la reparación del camino de acceso a la comunidad, atención a la salud, educación, etc.
A pesar de esta situación de desigualdad y abandono, los indígenas del lugar se dedican a la horticultura, a las plantas medicinales, entre otras actividades para de esa manera mejorar sus condiciones de vida.
En los territorios indígenas aún hay abundantes bosques, grandes árboles porque los indígenas son celosos custodios de la naturaleza. Al valorar y cuidar del ambiente no somos haraganes como dicen algunas personas quienes no se dan cuentan que sin los árboles ya no tendrán vida sana y saludable, dice al respecto Ña Antolina González lideresa de la comunidad Ypetï Tajy Tuparenda, del Pueblo mbya guarani ubicada en el distrito de Ava’i del departamento de Caazapa.
Otro aspecto valorado por los indígenas son las plantas medicinales existentes en los campos y en los bosques porque de ahí se nutren para el cuidado de la salud.
Ruegan a las autoridades locales y nacionales que les ayuden en sus reclamos para preservar su hábitat, que el cuidado ambiental no es solamente para el beneficioso de los adultos sino es principalmente para sus hijos, nietos y futuras generaciones que merecen vivir en un ambiente limpio y saludable. Si se echan los arboles cómo vamos a tener más casas y de dónde tendremos medicina para nuestra atención, pregunta en tono acongojado la lideresa.
En todo el departamento de Caazapá las comunidades indígenas están rodeadas de cultivos de sojas, incluso muchas alquilan sus tierras porque se ven presionados a sabiendas que los lideres caen y ceden fácilmente a los ofrecimientos de los sojeros.
En están condiciones las tierras y territorios indígenas están en disputas permanentes, los sojeros quieren y pelean las tierras indígenas porque no pagan impuestos, los únicos que se benefician son ellos y algunos lideres, dice ña Antolina.
“Yo trabajo en la huerta, vendo mis hortalizas, luego compro gallinas para la cría y así me mantengo, no tengo necesidad de salir fuera de mi comunidad a mendigar”, dice Lorena Villalba, indígena mbya guarani de la comunidad Yvyty Mirï, distrito de Colonia Independencia (Guaira) comentado su experiencia y trabajo como productora frutihortícola.
En su huerta hay una variedad de hortalizas: tomate, repollo, lechuga, locote. También tiene plantas medicinales: manzanilla, menta’i, flor de tilo, rosa mosqueta, siempre vive, etc. Lorena igualmente ayuda a su familia en la chacra carpiendo los cultivos de maíz, sandia, poroto, batata, entre otros.
La situación de pobreza en que viven los indígenas en sus comunidades no es una novedad, pues el Estado es incapaz de satisfacer mínimamente sus necesidades básicas como el acceso a agua potable, energía eléctrica, viviendas dignas, salud y educación integral, entre otras.
En el distrito de Colonia Independencia del departamento del Guaira están asentadas varias comunidades indígenas del Pueblo mbya guaraní principalmente. La mayoría cuentan con cultivos agrícolas sea para la subsistencia diaria o para generar alguna renta y así tener algo de dinero.
Uno de los graves problemas para salir adelante a pesar del esfuerzo comunitario en las comunidades es el camino en pésimas condiciones y sin mantenimiento.
Cristhian Giménez, líder indígena de Yvyty Kora, ubicada alrededor de 26 kilómetros de Colonia Independencia se queja de las malas condiciones del acceso a su comunidad provocando la falta de oportunidades a la gente. Nuestros cultivos no podemos sacar tranquila y libremente para la venta, puesto que el camino está en muy malas condiciones. Nos dedicamos a las plantaciones medicinales y otros rubros que se nos hacen muy difícil colocarlas por el mal estado del camino siendo ese nuestro principal reclamo a las autoridades, indicó.
📌La tierra como fuente de vida y esperanza, es el buen vivir de la gente
📌Elvio Segovia, es un indígena Mbya Guaraní, comunidad Yvyty Kora a 26 kilómetros de Colonia Independencia (Guaira). Él es un productor agrícola como muchos otros tantos indígenas de la zona, que desarrolla la tierra dedicándose al cultivo de varios rubros, sea para el consumo diario o para la renta.
📌En los últimos días, principalmente desde los medios masivos de comunicación teniendo como voceros a sus figuras mediáticas quienes refiriéndose a los indígenas, trataban a los mismos irrespetuosamente diciendo que son violentos por el solo hecho de manifestarse o que son haraganes siendo manipulados por las ONGs, y además preguntaban para qué el indígena quiere tierras sino la trabaja, inclusive ponían en duda la interculturalidad de la Nación, desconociendo la realidad indígena y el rol del Estado como garante de Derechos.
📌Elvio Segovia y su familia son agricultores y con orgullo lo dicen, viven produciendo y trabajando la tierra, así cultivan poroto, maíz, mandioca, batata, maní, cebolla, tomates, locotes entre otros rubros con la salvedad que no tiene acceso a créditos, mercados y sin herramientas adecuadas más que su asada y su machete.
📌Una vez cosechada deben buscar la manera de venderlos, principalmente a un acopiador, por cierto, no va hasta la comunidad para adquirir sino le debe acercar a su local en Santa Cecilia, ubicada alrededor de 20 kilómetros de Yvyty Kora, entonces los agricultores deben pagar fletes encareciendo el costo final de su producción.
📌Recientemente Elvio llevó 20 bolsas de cebollas con 18 kilos cada una. Decía que fácilmente se podrían vender entre 70 a 80 mil guaraníes cada bolsa, pero el acopiador tan solo los compra entre 35 a 40 mil guaraníes lo que en promedio finalmente vendió a 1.950 gs cada kilo. Esta vez no pagó flete pues se les ayudó de lo contrario su ganancia sería tan sólo entre 1.000 a 1.100 guaraníes por cada kilo de cebolla.
📌El caso de Elvio es calcado a la realidad de la mayoría de los agricultores indígenas cuyo trabajo y esfuerzo no es valorado ni bien visto, pues a una gran parte de la sociedad muchas veces desde sus lujos y comodidades, le es mucho más fácil acusar y criticar a los indígenas.
Luz Aveiro, del Centro de Estudiantes de la Universidad Americana UA dijo que para los estudiantes de la carrera de Periodismo es sumamente importante el intercambio de saberes realizado pues todos aprenden uno del otro. Nos quedamos gratamente sorprendidos por las ganas de superarse de los indígenas, además todos somos iguales para trabajar por el bien común, puntualizó